¿Cómo cuidar tus joyas en casa?
Estamos comprometidos con la venta de productos de primera calidad y somos conscientes de nuestros materiales y sus fuentes.
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ConsejosRECOMENDACIONES GENERALES
Todas las joyas no son iguales, las mejores para su pulido son las piezas de plata lisa o oro liso, y por el contrario las joyas con piedras preciosas debes ir con mayor precaución ya que estas pudieran desprenderse.
Te aconsejamos preservar tus joyas siempre en un joyero o en nuestro eco-packaging hermético para que no se toquen las piezas y para evitar el contacto con el aire y la humedad. De esa manera lucirás unas joyas brillantes como el primer día.
Estos materiales los podemos usar a diarío. Para tu uso habitual puedes usar siempre agua tibia con jabon neutro. Para su secado usa gamuzas de microfibra y trapos de algodón que arrastran pequéñas partículas de suciedad, proporcionando a todas tus joyitas su brillo natural. Los bastoncillos los puedes usar para llegar a zonas más difíciles.
Estas 5 soluciones que te mostramos a continuación son baratas y muy eficaces:
Este método te recomendamos usarlo habitualmente, tanto para colgantes, pulseras, pendientes o anillos. Pon tu joya en un cuenco con agua tibia y añade jabón neutro. Deja reposar 3 minutos y dale pequeños movimientos SUAVES con los dedos de tu mano. Para finalizar, saca todo el jabon con un trapo de algodón.
Este método es muy fácil para piezas pequeñas, como pendientes o anillos. Pon tu joya en la palma de la mano y rocía la joya con bicarbonato de sodio. Dale pequeños movimientos SUAVES con los dedos de tu otra mano y verás que poco a poco queda con su brillo natural. Para finalizar, saca todo el bicarbonato con un trapo de algodón.
Este otro método es muy eficaz para cadenas. Mezcla en un bol 1 cucharadita (de café) con bicarbonato y otra de vinagre que actuará de aclarante. Verás que se produce una efervescencia. Sumerge las piezas y espera unos minutos a que la capa de sulfato de plata desaparezca eliminando así esa capa ennegrecida. Moja un trapo de algodón y frota el producto si quedan zonas negras. Sécalo con un paño de algodón o gamuza limpia.
Este otro método alternativo es muy eficaz para todas las piezas. Forra un bol con papel de plata. Añade agua tibia (250ml) junto una cucharadita (de café) de sal. Espera unos minutos a que la capa de sulfato de plata desaparezca eliminando así esa capa ennegrecida. Sécalo con un paño de algodón o gamuza.
Este otro método no es muy conocido y lo recomendamos con plata lisa no con piedras preciosas. Frota la plata con un paño untado de tu pasta de dientes hasta quedar con su brillo original. Enjuaga el producto con agua tibia y para finalizar sécalo con un paño de algodón o gamuza limpia.
Consejos previos para el cuidado de tus joyas de oro o baños de oro:
EL oro amarillo es el más resistente de todos. Añade en un cuenco agua con unas gotas de jabón de lavavajillas. Siempre usa agua tibia no caliente para no agrietar tus piedras preciosas o desenganchar el pegamento de alguna pieza.. Introduce tus joyas a la mezcla y pasados unos minutos frota con un paño y verás que poco a poco queda con su brillo natural. Para finalizar, sécalo todo el con un trapo de algodón limpio.
El oro blanco es más delicado por tener una capa de rodio, así que debes ir con cuidado de no rayarla. Te recomendamos usar en un bol lavavajillas con agua tibia o un bol 1 cucharadita (de café) con bicarbonato y otra de vinagre que actuará de aclarante. Ambas soluciones son óptimas. Sumerge las piezas y espera unos 10 minutos. Moja un trapo de algodón y frota el producto si quedan zonas negras. Sécalo con un paño de algodón o gamuza limpia.
El oro rosa obtenido de añadirle más cobre que plata a la aleación sin alterar el oro puro, se puede limpiar con agua tibia y jabón del lavavajillas y secarlo con un paño de algodón..
Lava la joya con agua tibia y jabon neutro en un cuenco. Déjalo reposar 3 minutos y a continuacion. Frota la pieza con cuidado con un paño hasta quedar con su brillo original.